Cuando perdemos algo que queremos
se debe a que la vida así lo quiso
pero su poder divino nunca nos olvidará
y con algo mejor nos recompensará.
No fuerces para que algo se quede
mas allá de la vida útil que posee,
este tiempo de más sólo estropeará
otras maravillas que puedan pasar.
El escuchar a tu corazón no te debe impedir razonar,
grita, llora si así lo quieres,
pero deja que la razón lleve algunas veces las riendas de tus decisiones
sin sufrir mas estúpidas desilusiones.
Disfruta de las personas que tienes a tu lado, si no es así,
es cierto que la conciencia después te lo reclamará.
Las lágrimas que hagas derramar hoy por malos actos
la vida te las cobrará con mares, con lagos.
Confíate en los hechos, jamás en las palabras
estas se las lleva el aire sin antes herir tu alma.
Intensifica tu intuición con personas que no valen la pena
y cuando las detectes huye de ellas lo mas que puedas.
Busca e identifica a Dios en cada cosa de tu vida,
cuando lo hagas, su tranquilidad te invaderá
pero nunca lo dejes de tu vida escapar
tu alma, tu corazón, tu existencia lo agradecerá.
Escrito en Julio 24/2010.
