domingo, 28 de abril de 2019

Una carta para tí.

Paso por tu lado, pero no me permito notarte.
Mis ojos no contemplan tu cara, tal vez armoniosa,
Mi olfato aún no reconoce tu aroma.
Puede ser que hayamos tropezado en algunos de nuestros días,
incluso podremos haber cruzado un par de palabras sin sentido
frutos de la rutina, momentos vagos y olvidadizos.

Pero sé que en algún lugar de tu pensamiento habré estado
o en una porción de tus recuerdos si tu me haz notado.
Puedes tener miradas sutiles que se puedan sentir
insisto en no grabar esos detalles para que no estés en mí.

Deduzco que tienes doble personalidad,
aquella que el mundo nota y aquella que solo yo puedo notar.
Tienes tus secretos, tu vida y tu pasado.
No sabrás...No sabrías donde poder entrar
empezar a ocupar gotas, lagos, ríos  y mares de tu vida
sin tener primero que organizar lugares, personas, prioridades y tiempo.

Tu vida allí, mi vida acá, con agujetas de colores para que entrelacemos los dos,
con dedos en gancho, con manos en unión, con gente a nuestro lado sin creer como inició.
Desde una pequeña mirada, a un salto enrorme de numerosos momentos entre los dos.
Podría acercarme a tí, sin no antes dudar o quitar esa corriente a tu alrededor que creé,
sólo con el fundamento de que no me puedo acercar pues sería muy extraño para personas de la cotidianidad.

Provocas en mí algo todavía leve y superficial, no le doy importancia a detalles, a encuentros,
son cosas que no quiero apreciar, no deseo una historia mas para empezar y terminar,
aunque me resultes un inigualable toque energizante, alucinante, fácil de diferenciar.

Se cosas de tí, pero sigues siendo mi extraño favorito,
auquel que encuentro y si hay un momento cambia mi día.
Estrategias para llegar a tí muchas, solo que huyo a utilizar,
prefiero seguir disfrutando tus miradas al pasar,
con presentimientos extraños que me invaden sintiendote cada vez mas cerca,
asustada a que actues y me puedas encontrar,
por ahora se lo dejo todo al destino, y sí, tal vez a la circunstancialidad.