fue el día en que te vi y mi mente no te pudo apartar,
Era algo muy simple, muy pequeño pero que comenzaba a crecer
y es que mi corazón latía mas cada vez que te podía ver.
Hice mil locuras para poderte conocer
sin medir las consecuencias de lo que podía suceder.
Pasaba por tu lado pero solo era alguien más,
hasta que por fin llegó el día en que te pude hablar.
Desde ese día te podía saludar, podía conversar,
Pensé que todo podía crecer, pero me choqué con la realidad
yo no inspiraba nada en ti y a ningún lado iba a llegar
a partir de ese momento supe que solo debía contemplar la amistad.
Fue muy difícil poderla alcanzar
por que existía una barrera que no me dejaba pasar
pero te conté todo, emplee mi sinceridad
desde ese momento todo empezó a mejorar.
Ahora que todo pasó, me he dado cuenta
que todo fue ganancia, que no hubo perdida.
No hay que forzar las cosas, todo debe fluir
Dios tiene preparada una gran vida para mí.
(Escrito en 2007)
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