miércoles, 18 de mayo de 2011

Soneto 116

Déjame que el enlace de dos almas fieles
No admita impedimentos. 
No es amor el amor
Que cambia cuando un cambio encuentra,
O que se adapta con el distanciamiento a distanciarse.
¡Oh, no!, es un faro eternamente fijo

que desafía a las tempestades sin nunca estremecerse;
es la estrella para todo barco sin rumbo,
cuya valía se desconoce, aun tomando su altura.
No es amor bufón del Tiempo, aunque los rosados labios

Y mejillas corva guadaña sigan:
El amor no varía con sus breves horas y semanas,
Sino que se afianza incluso hasta en el borde del abismo. 
Si esto es erróneo y se me puede probar,
Yo nunca nada escribí, ni nadie nunca amó.



William Shakespeare

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